En la actualidad, no hay ninguna prueba aislada que permita saber si una persona padece el síndrome de fatiga crónica. Ya que esta enfermedad puede ser difícil de diagnosticar, los CDC (Centers for Disease Control and Prevention – Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) han establecido dos criterios para guiar a los médicos en el diagnóstico del síndrome de fatiga crónica:
1. Fatiga inexplicable que dura seis meses o más. Las personas con síndrome de fatiga crónica están agotadas, y su cansancio y falta de energía puede durar meses, sin que haya una causa evidente del mismo. Este tipo de fatiga hace que resulte sumamente difícil levantarse de la cama por la mañana, vestirse e incluso comer. Y repercute sobre los estudios, el trabajo y el ocio, incluso sobre actividades como ir al cine o tocar un instrumento musical. El síndrome de fatiga crónica no mejora reposando o durmiendo.
2. Cuatro o más de los siguientes síntomas:
- Problemas de concentración y memoria a corto plazo
- Dolor de garganta
- Ganglios linfáticos inflamados y dolorosos al tacto
- Dolor muscular
- Dolor articular en ausencia de inflamación o enrojecimiento
- Dolor de cabeza más fuerte o distinto del habitual
- Sueño reparador (es decir, no sentirse descansado ni siquiera después de dormir)
- Cansancio o agotamiento que dura más de 24 horas después de hacer ejercicio físico
Para que a una persona le diagnostiquen un síndrome de fatiga crónica, deberá tener tanto fatiga de larga duración como cuatro o más síntomas de la lista anterior.
El diagnóstico es clínico mediante la utilización de unos criterios consensuados que exigen la realización de un amplio diagnóstico diferencial de las causas orgánicas y psicológicas de fatiga. Tiene un curso crónico, persistente y con oscilaciones, que ocasionan al paciente una considerable invalidez funcional. No se dispone de ningún tratamiento curativo, aunque la terapia cognitiva conductual, el ejercicio físico progresivo y el tratamiento farmacológico de soporte ayudan a la mejoría sintomática. Sin embargo en la actualidad es necesario descartar los síntomas con un medico ya que puede confundirse también con algunos síntomas de COVID-19
Lic. en Psic. Aida Berenice Mendez Jasso